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El Estado de los Eslovenos, Croatas y Serbios


Un estado independiente, seguido de la dictadura del Reino de Yugoslavia


Durante la Primera Guerra Mundial -que ocasionó grandes pérdidas para Eslovenia, sobre todo en el sangriento frente de Soca - y frente a la política imperialista de grandes potencias y a su amenaza de dividir el territorio esloveno en distintas regiones (Pacto de Londres de 1915), Eslovenia intentó conservar un estado unido de eslovenos, croatas y la población serbia dentro de la monarquía de los Habsburgo.


En la primavera de 1917, los representantes eslovenos, croatas y serbios presentaron en el parlamento vienés dicha exigencia, conocida como la Declaración de Mayo.
La autoridades supremas de la monarquía de los Habsburgo rechazaron su propuesta, aunque recibía el apoyo del movimiento nacional esloveno. Después de la derrota de Austria- Hungría, la asamblea croata de Zagreb, y la reunión nacional en Ljubljana, del día 29 de octubre de 1918, proclamaron la libertad nacional y el Estado independiente de los Eslovenos, Croatas y Serbios, con la capital en Zagreb. El 1 de diciembre de 1918, debido al peligro proveniente de Italia, que había ocupado la región litoral e Istria y algunas partes de Dalmacia, y a las presiones de los serbios para la unificación de todos en un estado común, el Estado de los Eslovenos, Croatas y Serbios tuvo la obligación de unirse con el Reino de Serbia en un Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos, rebautizado en 1929 con el nombre de Reino de Yugoslavia.


Conforme el resultado del plebiscito de 1920, la parte eslovena de Carintia se anexó a Austria. De modo que una Eslovenia unida jamás se hizo realidad. La mayoría de la nación eslovena en Yugoslavia - que fue un estado competamente centralizado- no tenía autonomía legal o constitucional; pero debido a su concisión étnica y el dominio del Partido Popular Esloveno (PPE) -siempre en pos de la autonomía-, la nación vivió un período relativamente autónomo que ni tan siquiera pudo perjudicar la legislación centralizada de Belgrado.


Eslovenia supo desarrollarse tanto económica como culturalmente. En el campo de la política interior, sin embargo, había una lucha intensa entre el partido conservador y cristiano (PPE) y el Partido Liberal.