La población y otros datos

La ciudad y el campo

Eslovenia tiene una población de 1.965.986 habitantes; un 87,9 % de ellos son eslovenos. El idioma oficial es el esloveno.

Existen también dos comunidades de minorías: la italiana y la húngara. El italiano y el húngaro son, además del esloveno, idiomas oficiales en las regiones mixtas. Además de estas minorías hay también 227.000 miembros de otros grupos étnicos, sobre todo emigrantes procedentes del territorio de la antigua Yugoslavia, que llegaron a Eslovenia principalmente por razones económicas. La media de la densidad de población es 97 habitantes por kilómetro cuadrado, lo cual es mucho menos que en la mayoría de los países europeos (460 en Países Bajos, 240 en Gran Bretaña , 195 en Italia). Los habitantes se instalan sobre todo en los valles de los ríos y junto a las rutas de transporte, que es donde antaño empezaron a formarse las ciudades eslovenas, mientras que las regiones montañosas y forestales permanecen despobladas. Cerca de un 30% de la población vive en ciudades con más de 10.000 habitantes, mientras que el resto vive en casi seis mil ciudades más pequeñas y pueblos.

La capital Ljubljana es la ciudad más grande y es también el centro político, administrativo, económico, educativo y cultural de Eslovenia. La historia de Ljubljana abarca una época de varios milenios. Los descubrimientos arqueológicos de la Edad de Bronce corroboran que, ya en 2000 antes de nuestra era, los pescadores y cazadores vivían en palafitos sobre el lago que antiguamente cubría el circo de Ljubljana. Antes de la colonización romana, los legionarios romanos irguieron fortificaciones a lo largo del río Ljubljanica, que luego se convirtieron en un amurallado poblado de Roma llamado Julia Emona. La ciudad, con su castillo que data del siglo XII y su casco antiguo, dispone de un rico patrimonio medieval y de numerosos edificios barrocos, renacentistas y los de la Secesión.

Las obras del arquitecto Joze Plecnik que otorgó a la ciudad una imagen nueva de estilo modernista, neoclásica y de la Secesión, son especialmente conocidas; proyectó los puentes que se tienden sobre el Ljubljanica, el mercadillo principal, el Parque Tivoli, la Biblioteca Nacional y Universitaria, el Cementerio de .ale y el estadio deportivo. En Ljubljana hay numerosos museos, galerías, casas de teatro y otros establecimientos culturales. La ciudad también efectúa muchas actividades de importancia internacional.


Otras ciudades eslovenas también tienen una historia rica y llevan una vida animada: desde Maribor con su vid más antigua del mundo hasta Celje donde los únicos condes eslovenos gobernaron en el siglo XV, desde Ptuj, la ciudad eslovena más antigua, hasta Nova Gorica, que se construyó después de la Segunda Guerra Mundial, desde el soleado Koper, puerto marítimo más importante, hasta Murska Sobota, la ciudad situada en la región de Prekmurje.

 

Las minorías en Eslovenia, los eslovenos en el extranjero

Derechos reconocidos internacionalmente a la preservación de la identidad nacional
Debido a su emplazamiento geográfico, el territorio de la Eslovenia actual era históricamente una región importante de tránsito, donde convergían distintas influencias e intereses. Desde la aparición de los primeros poblados en el siglo VI, los eslovenos no dejaron de luchar por el territorio contra los pueblos germánicos, romanos, húngaros y contra otros pueblos eslavos.
En ese proceso perdieron mucho territorio original -a consecuencia, las minorías eslovenas que viven en Italia, Austria y en Hungría tienen derecho, conforme a los acuerdos internacionales, a usar su lengua materna y preservar su cultura. Por otro lado, en Eslovenia viven las minorías italiana y húngara.

La Constitución eslovena y numerosas actas legales de la República de Eslovenia garantizan a las minorías los derechos fundamentales y especiales - el uso de su lengua materna, la expresión y el desarrollo de su cultura, a este efecto la formación de sus propias organizaciones, y, también el uso de sus propios símbolos nacionales. Y aún más: las minorías italianas y húngaras tienen sendos representantes democráticamente elegidos en la Asamblea Nacional de la República de Eslovenia En las regiones étnicamente mixtas no sólo se garantiza el bilingüismo, sino que también hay guarderías y escuelas para las minorías; además, los medios de comunicación locales usan las lenguas de las minorías.

Cada vez menos matrimonios y nacimientos

La población de Eslovenia disminuye poco a poco. Lamentablemente, Eslovenia es el país con la tasa de natalidad más baja de Europa y del mundo. La media de los miembros por familia baja (según el último censo de 1991, sólo era 3,1), igual que en otras sociedades modernas; también desciende el número de matrimonios, mientras que sube la media de edad de las madres primerizas: en Eslovenia, 25,5 años, y en los estados miembros de la UE, 28,2 años. En 2000, la mujer eslovena tenía una media de sólo 1,2 niños.

Pero los niños que nacen tienen un futuro prometedor: el índice de mortalidad infantil es uno de los más bajos de Europa y del mundo (4,9 por cada 1000 recién nacidos). La esperanza de vida es 71,8 años para hombres y 79,5 para mujeres, lo cual es aproximadamente tres años más que a mediados de la década anterior.

La población eslovena recibe buena educación y tiene buenas oportunidades de empleo, dispone de buena preparación según los indicadores habituales. No obstante, aumenta con firmeza la proporción de población desempleada o de personas que no han podido encontrar trabajo en la última década repleta de cambios dramáticos; en 2000, según el registro de la OIT, el desempleo alcanzaba un 7,0%.

Hay prácticamente un 100% de alfabetismo en Eslovenia (99,6%). Con respecto a la
población entre 25 y 64 años, un 12% tiene estudios universitarios; los eslovenos han realizado una media de 9,6 años de educación formal, es decir, un año más que a principios de la década de los ochenta.

 
 

Más de un 60% de los eslovenos lee al menos un libro al año, uno de los índices de lectura más altos de Europa. En Eslovenia, los museos registran aproximadamente 2 millones de visitantes al año, cerca de un millón y medio de población va al cine una vez al año, mientras que casi un medio millón acude al teatro. Más de cien mil personas, en su mayoría jóvenes, participan en actividades culturales de aficionados.